La historia de Santo Domingo está ligada directamente a la conquista española. Antes de este hecho, los taínos vivían en la isla llamada Quisqueya. Cristóbal Colón llegó en 1492 y le puso como nombre La Española. Un año más tarde aparecían los primeros asentamientos en la isla. En 1498, Bartolomé Colón fundó La Nueva Isabela, la ciudad que más tarde se convertiría en Santo Domingo.
En 1502 la ciudad sufrió los efectos de un huracán y se reconstruyó en un punto cercano. Esta decisión la tomó el nuevo gobernador Nicolás de Ovando. La muralla defensiva y algunos edificios de la época aún se conservan. Por ejemplo, el Alcázar de Don Diego Colón y la Catedral Primada de América.
A lo largo de su primer siglo, Santo Domingo fue plataforma de gran parte de la exploración y conquista del Nuevo Mundo. En las décadas que duró la colonización de América, la ciudad sufrió todo tipo de ataques. La historia de Santo Domingo estuvo marcada por la piratería y sus consecuencias.
Historia contemporánea de Santo Domingo
Desde 1795 hasta 1822 la ciudad cambió de mando varias veces. Se cedió a Francia en 1795, la ocuparon rebeldes haitianos en 1801, la recuperó Francia en 1802, y nuevamente la recuperó España en 1809. En 1821 Santo Domingo se convirtió en la capital del Estado Independiente del Haití Español. Dos meses más tarde Haití ocupó el nuevo Estado. La ciudad y la colonia perdió gran parte de la población española como consecuencia de estos acontecimientos.
En los siglos XVIII y XIX sufrió diversos conflictos con la vecina Haití. También volvió a manos de los españoles hasta obtener la independencia. A principios del siglo XX, Estados Unidos ocupó el país durante 8 años. Con la llegada del dictador Trujillo, la ciudad cambió de nombre. Pasó a llamarse Ciudad Trujillo desde 1930 hasta 1961. Tras su muerte, recuperó el nombre original. Volvió a ser escenario de la lucha contra la ocupación de los Estados Unidos en 1965.
Desde entonces, la ciudad ha ido evolucionando al mismo ritmo que el país. La pujanza del turismo internacional ha sido fuerte y ha provocado numerosas mejoras. Entre ellas, la construcción del metro.